Charlamos con Nina Basset. De larga trayectoria profesional, nos cuenta cómo era Gérard Basset, su método de estudio y la personalidad del sumiller más galardonado del mundo.
Autor: Cultura Líquida
Hostelera, educadora, cofundadora y CEO de Fundación Gérard Basset , cofundadora y vicepresidenta de la Academia de Sumilleres de Reino Unido y miembro del Institute of Hospitality. Una trayectoria vital a la que añade un reciente nombramiento: Secretaria General de ASI (Association de la Sommellerie Internationale).
Nina fue hotelera durante muchos años. Destaca por haber sido la más joven, con sólo 21 años, inspectora de la prestigiosa guía británica AA Hotel and Restaurant y, antes de cumplir los 40, fue reconocida por su trayectoria empresarial con el premio Women in Business. Colaboró en la fundación del Hotel du Vin junto a su marido Gérard Basset y su socio Robin Hutson para más tarde gestionar junto a Gérard el premiado Hotel Terra Vina, donde se hacía especial énfasis en el vino y el servicio.
Su amor por el vino y su pasión por la sumillería nacen a partir de los innumerables viajes que realizó por viñedos alrededor del mundo con su fallecido marido, el galardonado sumiller Gérard Basset. Vivir junto a una leyenda del vino hizo que se contagiara de su pasión y entusiasmo por la cultura del vino.
Con motivo de la presentación en Barcelona del libro El sabor del éxito, las memorias póstumas de Gérard Basset, nos acompañó, junto con su hijo Romané Basset y Ferran Centelles, autor del prólogo, para compartir una jornada homenaje al sumiller más galardonado del mundo. Charlamos con ella para conocer mejor la figura de Basset y el porqué de su libro.
Estaba angustiado por escribir el último capítulo, pero en el hospital había demasiadas distracciones así que rogó a los médicos que le dejaran marchar, llevaba ingresado más de 9 semanas.
Gérard Basset junto a su mujer y su hijo
¿Cómo surgió la idea del libro?
Cuando Gérard enfermó y se dio cuenta de que el tratamiento al que se enfrentaba no le iba a permitir seguir viajando por el mundo como hasta entonces, sintió la necesidad de llenar su tiempo y mantenerse activo mentalmente. Le sugerí que escribiera un libro, pero algo que le resultara fácil, como podía ser la historia de su vida y el porqué de esa motivación e inspiración por seguir estudiando y compitiendo. Pensé que podría resultar una inspiración para otros y una distracción para él, que estaba en un momento de mucho estrés y preocupación por su tratamiento. La idea le gustó y disfrutó mucho escribiendo el libro; era una nueva meta en la que poner el foco. Estaba angustiado por escribir el último capítulo, pero en el hospital había demasiadas distracciones así que rogó a los médicos que le dejaran marchar, llevaba ingresado más de 9 semanas por entonces. Fueron muy comprensivos y organizaron todo el soporte médico para poder llevar a Gérard a casa, aunque ya nos advirtieron sutilmente de que quedaba muy poco tiempo para que la enfermedad se lo llevara para siempre. De hecho, apenas estuvo en casa una semana y a pesar de encontrarse enormemente debilitado, Gérard fue escribiendo unas líneas cada día hasta conseguir completar el libro.
Gérard es el sumiller más galardonado del mundo, su empeño fue extraordinario, ¿qué significaba para él conseguir un título?
Gérard era muy competitivo en todo lo que hacía. Tenía una enorme determinación y constancia. Como no había brillado en sus estudios, quería demostrarse a sí mismo que podía lograr todo lo que se propusiera. Era una lucha personal y descubrió que amaba estudiar y competir. Cada premio que conseguía suponía un objetivo personal conseguido.
¿Qué nos puedes contar sobre su método de estudio?
Era muy metódico. Le encantaba leer libros relacionados con el vino pero también viajar por diferentes países para aprender de primera mano, sobre el viñedo y con los bodegueros. Memorizó infinidad de datos para sus competiciones, escribió ensayos interminables como práctica de estudio para obtener su Master of Wine. Estudiaba cada día desde las 6 de la mañana hasta las 11, hora en la que se preparaba para ir a trabajar. Y en sus días libres se marcaba un programa de estudio de al menos unas horas al día. Además, cató infinidad de vinos y bebidas espirituosas antes de cada competición.
En una entrevista para El País comentó que era muy tímido y a veces perdía la confianza en sí mismo. Podrías decirnos algunas fortalezas y debilidades de Gérard.
Era un hombre muy amable, atento y extremadamente humilde. Se sorprendía cuando alguien le contaba lo inspirador que había sido para él o ella. Le encantaba formar y guiar a otros sumilleres porque disfrutaba viendo cómo cosechaban éxitos gracias a sus esfuerzos. Era perfeccionista y muy competitivo y por eso a veces era difícil estar a su lado, pero su familia lo era todo para él y Gérard estaba tremendamente orgulloso de Romané y sé que estaría muy orgulloso de todo lo que está haciendo para honrar la memoria de su padre y mantener vivo su legado. Gérard estaría sorprendido de la buena acogida que ha tenido este libro, de que se haya hecho un documental sobre el mismo así como de la fundación y todo el trabajo que estamos haciendo en su nombre. Estaría contento y conmovido.
El libro no va dirigido exclusivamente a personas que se quieran dedicar al vino, la sumillería o la hostelería sino a cualquiera dispuesto a llegar a lo que se proponga.
Nina Basset junto con su hijo acompañando a su marido en uno de sus viajes
Fue una persona muy querida. Habéis creado Gérard Basset Foundation en su memoria.
La fundación es muy importante. La pusimos en marcha con la colaboración de un querido amigo de Gérard, Lewis Chester, y nuestro objetivo es honrar el legado y la memoria de Gérard. Dirigidos a la industria del vino, bebidas espirituosas y la hostelería, nos volcamos en formación, orientación y tutorías. Ofrecemos becas para promover la formación y desarrollo de las carreras profesionales de jóvenes promesas del vino y la hostelería, poniendo el foco en la diversidad global, equidad e inclusión de los jóvenes de cualquier parte del mundo.
¿Cómo crees que ha cambiado el panorama profesional de los sumilleres?
Creo que la sumillería ha evolucionado y lo sigue haciendo. Existe una vibración, una enorme expectación entre los jóvenes por convertirse en sumiller. Muchos eligen este camino esperando hacer una carrera fructífera. Al mismo tiempo, el papel del sumiller ha crecido en importancia y responsabilidad. Su tarea va mucho más allá del mero consejo de un vino a un cliente, y eso es realmente emocionante.
Romané Basset, ¿sigue sus pasos?
Romané está plenamente volcado en la fundación, apoyando a los estudiantes becados y haciendo un seguimiento del buen uso de las becas. Trabaja junto a Lewis Chester en el desarrollo de futuras oportunidades, buscando nuevos socios y entrevistando a becados para establecer nuevos programas de financiación con posibles nuevos colaboradores. Además participa activamente en la Academia de Sumilleres de Reino Unido y con ASI (Asociación Internacional de Sumilleres), así que está muy involucrado en el mundo del vino y la sumillería pero sin trabajar directamente como sumiller.
Nina Basset junto con su hijo apoyando cada logro de Gérard Basset
Ahora se traduce el libro al español. ¿Qué supone para vosotros?
Romané y yo estamos encantados con la traducción al español por la universalidad e importancia de la lengua, y estamos entusiasmados porque esto permitirá llegar a un mercado mucho más amplio. Si algún día se da la oportunidad nos gustaría que fuera traducido a otros idiomas.
¿Cuál fue tu papel durante el tiempo que Gérard estuvo escribiendo el libro?
Mi papel siempre fue el de apoyar a Gérard en cualquier aspecto de su vida. Durante el tiempo que Gérard estuvo escribiendo el libro, él me consultaba ideas, me pedía que le recordara detalles, y yo luego leía y editaba cada capítulo, que luego a su vez era revisado por Felicity Carter, amiga periodista de Gérard y finalmente por la editorial Unbound. Me sentí muy orgullosa de que Gérard fuera capaz de escribir este libro tan agradable estando tan enfermo y sufriendo operaciones, tratamientos y visitas al hospital.
¿Por qué recomendarías leer su libro?
Este libro es inspirador ya que muestra lo lejos que podemos llegar con tenacidad, determinación, esfuerzo, dedicación y una actitud positiva ante la vida. No va dirigido exclusivamente a personas que se quieran dedicar al vino, la sumillería o la hostelería sino a cualquiera dispuesto a llegar a lo que se proponga. Es la historia de cómo un hombre de origen humilde alcanzó grandes logros haciendo lo que amaba. Y para todos los que conocimos y quisimos a Gérard nos recuerda lo especial que fue y lo mucho que lo echamos de menos. Muchísima gente me ha escrito y comentado que el libro lo han devorado sin pausa y todos inciden en que deslumbra su personalidad. Y yo estoy de acuerdo con ellos, este libro es una extensión de Gérard y un precioso recuerdo.
El sabor del éxito, libro editado por Editorial Cultura Líquida
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