Una tesis doctoral sobre la transformación del paisaje, evolución y relevancia económica del territorio vitícola en Castilla y León.
Autor: Julio Fernández Portela
La hipótesis de partida de esta investigación tiene como objetivo ver la importancia económica que la vinicultura tenía en el medio rural de Castilla y León, y en especial en las comarcas vitivinícolas, así como estudiar las transformaciones ocurridas en el paisaje de la vid y el vino en estos espacios desde mediados del siglo XX, pero sobre todo desde la creación de las denominaciones de origen a partir de 1980.
La industria agroalimentaria se ha consolidado como un pilar fundamental en la economía de determinados territorios de Castilla y León, en especial de las llanuras del Duero, y su capacidad para generar empleo y riqueza, no sólo en el trabajo en los viñedos y en la producción de vino, sino que ha conseguido diversificar sus actividades abarcando otros sectores como los servicios con el enoturismo. Esta expansión no sólo ha repercutido en la economía, sino que ha tenido consecuencias muy significativas en el paisaje vitivinícola tradicional al introducir nuevos elementos que conviven con los tradicionales, al mismo tiempo que también han desaparecido algunos.
La mayor parte de la superficie de viñedo se localiza en las llanuras centrales del río Duero, así como en algunos de sus principales afluentes como el Pisuerga, y en menor medida en el Arlanza y Esla, con unas altitudes comprendidas entre los 700 y los 900 metros, donde se concentra el 62% de las vides. Respecto a la pendiente, cerca del 95% de los viñedos se localizan en terrenos prácticamente llanos con poca pendiente, inferior al 10%. Debido a la planitud de estos espacios, la orientación no juega un papel tan trascendental como en otros territorios vitivinícolas como en La Rioja, ya que la incidencia del sol en las cepas es prácticamente la misma.
Los condicionantes físicos siempre han tenido un peso importante en la producción de vino y han determinado la distribución de la superficie de los viñedos. Pero no son los únicos, puesto que este cultivo, también hunde sus raíces en la historia. Las principales características que definen la historia vitivinícola de Castilla y León son la inestabilidad y los constantes cambios que ha experimentado a lo largo de los siglos. Periodos de crecimiento y decrecimiento de la superficie de viñedo y de la producción de vino como consecuencia de diferentes fenómenos, como la invasión de diversas plagas, sobre todo la filoxera, y las distintas políticas agrarias que se pusieron en marcha a mediados del siglo XX. Estos dos acontecimientos han sido claves en la conformación del paisaje histórico del viñedo y de las transformaciones acaecidas posteriormente originando el paisaje actual, así como el papel que han jugado en la economía de estos territorios.
Referencia Universidad de Valladolid
Tesis dirigida por Fernando Molinero y María Jesús Vidal de la Facultad de Filosofía y Letras del Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid.
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Julio Fernández Portela
Profesor e investigador del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia desde el año 2017. También es vicedecano de Ordenación Académica, Profesorado y Agenda 20/30. Anteriormente fue profesor e investigador de la Universidad de Valladolid y coordinador del Practicum de la Facultad de Educación.
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